domingo, 25 de noviembre de 2012

Cachito de paraguas, ¿a quien no le paso?...





   El alcohol a veces es nuestro aliado, pero otras, nuestro peor enemigo.
   Me paso una vez que después de mucho tiempo alejada de las pistas y sin zapatear en ninguna fonda, me salto la liebre para gritar un ¡¡¡¡¡ VIVA CHILE ¡¡¡¡¡.
Con el galán nos juntamos en una ramada y como nos conocimos hace algunos meses, no hubo drama para entrarle a la conversa y entrar a tomarnos unas chichitas suavecitas, para de a poquito entrarle al fuerte.
  Como la cháchara estaba buena, hubo una, dos, tres y hasta cuatro rondas de ponche con harta presa de durazno.
  Y junto con el alcohol, al cuerpo nos fue entrando la atracción y después del tercer copete ya nos parecíamos irresistibles.
  Encendidos por el fuego de la pasión y envalentonados por el maldito ponche y el vino, comenzamos con los besitos y los abrazos que sacan pedazos en la ramada.
  Como la sangre estaba caliente, arriba del taxi con destino a mi casa nos dimos un buen atracón sin ningún pudor por el pobre taxista que hacia su servicio al volante.
  Cuando llegamos a mi departamento, la ropa voló por los aires antes de llegar a la cama.
  Su piel y mi piel se revolcaron juntas por sobre la alfombra y nuestros cuerpos solo deseaban unirse en uno solo.
Éramos pura pasión y hasta que mi socio con cara de espanto soltó: “Mi muñequito no quiere funcionar”.
Y sus palabras fueron como un balde de agua fría sobre mi humanidad.
  Hace rato no le veía el ojo a la papa y andaba más ganosa que colombiano después del partido con chile, así que hice todo por revivir a su bebe y devolverle las ganas de amarme.
  Trate hablándole cerquita al micrófono. Le hice una princesa a caballo. Probé una llave china, pero no hubo caso con levantar al muertito.
  Me tuve que conformar con su cachito de paragua y con dormir cucharita.
  Pero como no hay primera sin segunda, le di otra oportunidad de re indicarse y esta vez, con arto menos copete encima, pudo demostrarme el hombre chileno, viril y bueno para la cochina que era.

2 comentarios:

  1. jaja suele pasar..pero muy mala pata justo cuando más uno quiere suele pasar...nunca e hecho esa mezcla de alcohol y sexo así que no se como reaccione...quizá me pase lo mismo si excedo en el trago...

    saludos

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  2. ojala no te pase, suele pasar que con el trago y el alcohol se ponen mas cariñosos, pero esta ves no se le paro el muñequito a mi amigo..... suerte y saludos

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