domingo, 3 de febrero de 2013

Al aire libre si, pero sin testigos



Hay personas a las que la intimidad en el ring de 4 perillas les  y buscan el placer en lugares insólitos  tales como baños de bares, cerritos, callejones sin salidas, miradores, en la parte de atrás del auto y hasta en el semáforo.
Ami me parece estupendo, todo lo que sea innovador en el amor carnal merece mi respeto, pero en lo oscurito, ni ahí con el exhibicionismo.
Una vez, con un pololo con el que no teníamos plata para el cinco letras, ni casa donde compartir nuestro amor, partimos al cerro a intercambiar opiniones y otras cosas.
Estábamos de lo mejor hasta que por entremedio de las ramas aparecieron unos ojos mas sapos que cámara de reality sacándonos todo el rollo. Fue una vergüenza que decidí nunca mas demostrar mis pasiones al aire libre.
Pero el fin de semana paso lo peor. En un bar conocí un galancete maduro, con un departamento propio y dinero para invitarme a comer mote, que me llevo a un baño mixto de un bar para charlar sobre la inmortalidad del cangrejo. El ejemplar estaba rico pero no me pude entregar a sus brazos en ese lugar creado para satisfacer esas necesidades carnales. Le dije que no y el se busco a otra.
Al rato lo encontré en el callejón con la doncella osada.
Pero mas allá del trauma, y trátenme de conservadora, creo que el intercambio amatorio se debe dar entre dos, o entre tres o cuatro si es con sentimiento, pero no obligar al resto de la sociedad a ver nuestras capacidades para elongar las caderas o bailar horizontal.



3 comentarios:

  1. toda la razón me gusta hacerlo en lugares locos pero obvio sin a vista de nadie ni cámaras...genial..la adrenalina es muy buena.

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  2. mientras mas miedo sientes de ke te pillen... mas grande es ñla exitacion

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    1. siiiii....toda la razón, algunos juegan con eso al límite...yo prefiero encerrados en cuatro paredes...pero si no..a jugar

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